jueves, 30 de enero de 2025

SEGUNDA PARTE - 14-01-1967

                 Nuestro padre, Rudolf Friedrich Grimm vuelve a aparecer como maestros de escuela pública en Hamburgo, probablemente entre St. Pauli y Heiligengeistfeld. Uno de sus colegas era Carl Stemmler, casado con Emma Wink. Es muy probable que nuestro padre haya conocido a través de esta pareja a Minna Wink, hermana de Emma y se haya casado con quien fue nuestra madre.

            Al abuelo Wink no lo recuerdo. Solamente me acuerdo que el día de su entierro estaba parado delante de la puerta de jardín de reja de hierro de la Osterstrasse en Eimsbüttel y admiraba la multitud de carruajes.

            Según contaba más tarde nuestra abuela, tenía la empresa de tornería más importante situada en Stadthausbrücke (puente del ayuntamiento). Que después de la muerte del padre seguramente pasó al hijo mayor, el que tampoco recuerdo con claridad.

            La abuela Wink también era mi madrina. Vivía en una casa con jardín en la Osterstrasse, ya era bastante anciana y se sentaba preferentemente en un sillón grande junto a la ventana que daba a la calle. Generalmente estaba ocupada con su bolso (Geldkatze: especie de media de cuero que se enrollaba en la cintura para guardar dinero) y contaba las monedas de oro. Era propietaria de una casa de tipo departamento con patio y si mal no recuerdo, la administraba el arriba mencionado Carl Stemmler. Dependía de la ayuda de una empleada que ocupaba una habitación del sótano. Yo solía ir de visita, trabajaba en el jardín delantero y trasero (que tenía hermosas plantas de frambuesa y grosella) y en esos casos vivía en el primer piso. La abuela llegó a los 90 años, aunque ya tenía que permanecer en la cama.

            Tenía una buena cantidad de hijos: el mayor que ya mencioné más arriba, casado (tía Therese), tenía una hija, Olga Wink, quien se casó con un ingeniero naval de la Ost-Afrika-Line y un hijo, Albert Wink, que estudió y se recibió. Fue alistado en los últimos días de la Primera Guerra Mundial  a pesar de ser muy corto de vista y murió por la patria.

            Gustav Wink, en mi tiempo representante general de Schlesische Feuerversicherung (Compañía de seguros de incendio de Silesia), vivía en la Averhoffstrasse, cerca de la Mundsburgerbrücke (puente de Mundsburg y tenía muy buen pasar. Estaba casado (tía Hermine) y su segunda hija, llamada Peter, se casó con Ludwig Klüver y  en un momento de obnubilación emocional se tiró del balcón de su residencia oficial en el puerto de Hamburgo al canal (Fleet:). Le dejó a su esposo dos hijos: Lulu y Hansel Klüver.

            Todavía falta Hermann Wink, un outsider que en nuestro tiempo tenía un comercio de muebles en la Hamburger Strasse, en Barmbeck: era un antisemita empedernido, politiquero, le hubiera gustado ser miembro del parlamento de Hamburgo. Vivía en el primer piso, sobre su negocio, donde lo visité una vez. Se había casado tarde o por segunda vez, tenía a su pequeño hijo sobre un almohadón sobre la mesa y le decía todos los logros que debía obtener, sobre todo, entrar en el parlamento de Hamburgo.  

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